Revista de Bajos

Warwick GPS Streamer LX

El nombre de Warwick se ha asociado desde sus inicios al bajo eléctrico. La compañía fundada en 1982 en Alemania se ha unido a Framus para crear un gigante del equipamiento musical. De sus muchos instrumentos, la serie Streamer LX que aquí analizaremos, se ha convertido en el principal arma de reputados bajistas como Mike Inez (Alice in Chains), Stuart Zender (Jamiroquai) y Rob Trujillo (Metallica). Así que vamos a ver qué tiene esta serie que ha hecho que estos grandes nombres de la música se hayan decantado por ellos.

 

En concreto vamos a analizar un Warwick GPS Streamer LX de 4 cuerdas en Burgundy Red disponible en Fanatic Guitars. Se trata de un bajo con un sonido muy versátil, como su configuración P/J con pastillas activas MEC sugiere y que, como el resto de la serie, combina esta electrónica con una buena selección de maderas.

De hecho, los instrumentos salidos de la factoría alemana son de altas especificaciones, producidos utilizando solo los mejores equipos de fabricación y la experiencia de sus respetados luthiers, lo que resulta en bajos de increíble sonido y calidad. A pesar de ser una serie hecha en Alemania con maderas selectas, su precio no supera los 2.000 euros, lo que claramente es un indicativo de que se dirigen al público semi profesional o al bajista amateur que quiere dar un paso más allá.

¿Aguanta este GPS Streamer LX la prueba del algodón? Vamos a analizarlo y probarlo pormenorizadamente para ver que jugo extraemos de este instrumento, en principio, muy prometedor.

 

DESCRIPCIÓN

Este bajo está construido con madera de cerezo americano, una madera de grano muy fino y fibra recta, que se curva bien frente al vapor y el cepillado, fresado y torneado. Esto se nota en las voluptuosas curvas de su cuerpo, destacando principalmente el ligero arqueado “hacia atrás” para mejorar el equilibrio y la comodidad.

Si bien las maderas varían según el bajo, esta serie lleva en todos sus diapasones madera de Wenge que, además de dar un aspecto bastante elegante, se siente muy suave. Cuenta con 24 trastes de latón de campana de precisión que se instalan usando un sistema único que Warwick llama “tecnología de traste invisible” y que se denomina así porque los trastes no sobresalen del mástil, sino que son cortados un poco antes de la terminación del mástil.

¿Por qué es importante esto? Bueno, lo primero es que al tacto es comodísimo ya que, otros instrumentos no tan bien acabados suelen dejar estos trastes que sobresalgan y, por tanto, rozan los dedos continuamente. Pero lo más importante es que esta fina línea de madera intacta permite que la vibración se transmita por todo el mástil hasta el cuerpo.

Un detalle muy útil en este mástil de 34” es que las incrustaciones de puntos son fluorescentes, es decir, se iluminan en la oscuridad, lo que te permite ver dónde estás poniendo los dedos si estás en un ambiente oscuro como un concierto.

Otro detalle muy útil es el tipo de cejuela. Se trata del modelo ‘Just a Nut III Tedur’ y es completamente ajustable, lo que nos permite adaptar la altura de la misma con tan sólo apretar o aflojar dos tornillos. En la pala destacan los clavijeros angulados para facilitar su manejo y el acceso rápido al alma.

Este bajo tiene una construcción bolt on, cuyo núcleo es la unión del mástil con el cuerpo a través de 4 tornillos, que ofrece un ataque ágil y una excelente proyección, además de una ligera curvatura para facilitar el acceso en los registros más altos del diapasón.

 

El puente está hecho de un bloque sólido de latón y se denomina “Puente 3D de dos piezas”. ¿Qué significa esto? Significa que el puente te permite ajustarlo de manera muy precisa: puedes ajustar la altura de cada silleta individualmente e incluso el espacio entre ellas. No sólo eso, también te permite ajustar la altura de las esquinas del propio puente. Todo esto, por supuesto, permite conseguir una afinación en todo el diapasón prácticamente perfecta.

Y tampoco podemos pasar por alto la belleza del propio bajo, no sólo por sus contornos redondeados y la forma de su cuerpo que, sin llegar a ser disruptiva, sí que hace de este bajo algo único, sino sobre todo por su precioso acabado en Burgundy Red con una fina capa de pulimento. Esta serie de bajos usa el sistema UV-Lacquer de Warwick, que añade una capa muy fina de lacado basado en agua (más respetuoso con el medio ambiente), que se seca inmediatamente en una cámara UV.

En la parte posterior del bajo podemos acceder al compartimento de la electrónica que, en vez de estar atornillado, tiene unas pestañas que permiten abrirlo para cambiar las pilas, por ejemplo, sin necesidad de herramientas.

EN USO

Probablemente uno de los bajos más versátiles de Warwick gracias a su electrónica y pastillas. Estos bajos llevan una configuración P/J (Precision/Jazz) usando dos pastillas MEC activas: una pastilla simple tipo Jazz en el puente y una doble tipo Precision en el mástil.

 

En cuanto a la electrónica, este Streamer LX4 nos ofrece un control de volumen con push/pull para pasar de electrónica activa a pasiva, un control Blend para ajustar la cantidad de señal que pasa por cada pastilla, y dos controles más de Treble (Agudos) y Bass (Bajos).

Esta configuración evidentemente resulta en una paleta de sonidos enorme, gracias a la combinación de sus pastillas y los ajustes que nos permiten los controles de Treble y Bass.

Las dos pastillas, sin ecualizar suenan potentes y claras, con ese tono característico de Warwick que seguro reconoces al instante, porque se ha escuchado en cientos de discos.  Con los controles de agudos y bajos en su posición central, la pastilla simple del puente suena crujiente y clara, mientras que la de tipo precision del mástil suena potente y llena. A medida que ajustamos los controles, podemos pasar de un tono denso y oscuro, perfecto para jazz, o más fino y medioso, perfecto para hacer slap y funk por ejemplo, hasta un tono redondo propio del pop/rock.

En general, parece que no hay estilo que se le resista, aunque ciertamente se siente más apropiado para estilos no excesivamente extremos. No obstante, parece lo suficientemente maleable como para poder tocar cualquier estilo en combinación con pedales de efectos. Tampoco tiene un toque muy vintage. Si bien las características propias de las pastillas tipo jazz y precision se hacen notar enseguida, da la sensación de que es una versión más moderna de las mismas.

El bajo en sí se siente comodísimo. No es nada pesado y la curvatura del cuerpo definitivamente ayuda a tocar más cómodo y equilibrado. El diapasón de Wenge se siente muy suave al tacto, las clavijas de afinación son muy precisas y las posibilidades de ajuste que te ofrece el puente son muy útiles para conseguir una entonación casi perfecta.

CONCLUSIÓN

En general, por el precio de venta, apenas hay nada que reprochar al bajo. La calidad de los materiales y la construcción, así como la electrónica y el acabado es a la que nos tiene acostumbrados la marca alemana.

Recomendaría este tipo de bajos a aquellos instrumentistas amateurs que quieren dar el salto al profesionalismo sin tener que hipotecar de nuevo su casa. Claramente es un instrumento de características profesionales con una versatilidad suficiente como para no necesitar ningún otro bajo, que prescinde de ciertas características high end (maderas exóticas, luthiers de renombre, etc.) para poder ofrecer una herramienta profesional a un precio más que competitivo.

0 comentarios en Warwick GPS Streamer LX

Deja tu comentario