Revista de Bajos

Construye tu propio pedal de bajo

Bien por afición o por ganas de investigar, son muchos los que se lanzan a la construcción de sus propios pedales. Una interesante forma de invertir tu tiempo libre que puede generar grandes satisfacciones al emplear en tu set-up pedales fabricados por ti mismo. En este número os vamos a dejar unos consejos generales, especialmente enfocados a aquellos que tienen poca o nula experiencia pero sí ganas de adentrarse en este divertido mundillo.

 

En primer lugar, hemos de ser conscientes del factor económico. Si montamos un efecto por el precio de sus componentes, es obvio que nos saldrá más barato que comprarlo en una tienda… ¿es esto realmente así? Vamos a necesitar una serie de herramientas, disponer de tiempo y comprar componentes en algunas ocasiones difíciles de conseguir (es decir, tendremos que pagar gastos de envío). Por otro lado, sin ninguna experiencia, es probable que nuestro circuito no funcione “a la primera” e incluso es posible que, tras muchos intentos, termine directamente en la basura. Con esto no quiero desanimaros ni mucho menos, sino situarnos en un contexto concreto: hemos de tomar esta actividad como un hobby en el que tendremos que invertir tiempo y dinero. Eso sí, os garantizo que con paciencia y buen hacer, esta afición os puede reportar grandes satisfacciones.

Metiéndonos en harina, el primer briconsejo es simple: LEED. Igual que no se nos ocurriría reparar el motor de nuestro coche sin tener ni la más mínima idea de mecánica, es importante adquirir unas nociones básicas de electrónica. Es cierto que existen circuitos simples que se pueden montar casi como un mecano, sin saber exactamente qué estamos haciendo… ¡¡¡y funcionan!!! A la larga, esta actitud es poco práctica, ya que si no comprendemos qué estamos haciendo y cómo funciona el circuito, encontrar un posible error será una tarea casi imposible y altamente desesperante. Así que como primer paso, debemos familiarizarnos con los tipos de componentes, su función y las nociones básicas referentes a circuitos eléctricos. Una ventaja al trabajar con pedales es que la mayoría emplean 9V de corriente continua, por lo que no implican “ningún” peligro para nuestra integridad física. Aún así, siempre que estemos “enredados” con cualquier aparato que emplee corriente eléctrica, hemos de extremar las precauciones. La prudencia y el sentido común han de ser nuestros aliados.

Una vez hayamos recabado algo de información acerca del mundo electrónico, tendremos que seleccionar nuestro objetivo. Trataremos de ser realistas y elegir el circuito a construir en función de nuestras habilidades. Obviamente, cuanta menor sea nuestra experiencia, más sencillo tendrá que ser el efecto a montar. Una buena alternativa es empezar por un booster, ya que hay gran cantidad de información en la red y son circuitos con un solo elemento externo (un solo potenciómetro) y pocos componentes.

 

Componentes comunes

Llegados a este punto, hemos de enfrentarnos con la construcción del soporte del circuito, donde tenemos diversas posibilidades. La más sencilla – recomendada si se trata de nuestra primera experiencia – es la placa perforada. Consiste en una placa de baquelita o fibra de vidrio con los agujeros para los componentes ya perforados y estañados, de forma que facilita la soldadura. Una vez colocados y soldados los componentes, tan sólo tendremos que reconstruir las pistas necesarias. Para ello, podremos ayudarnos de las mismas “patillas” metálicas de los componentes (resistencias, condensadores…).

Si queremos un acabado más profesional tendremos que irnos a las placas sensibilizadas, preparadas para insolar. Para utilizarlas deberemos imprimir un negativo del circuito en una hoja transparente (tipo transparencia) e insolar la placa. De esta forma, la zona “no protegida” se verá alterada por la luz (bien la luz solar o la luz de una lámpara UV) y podrá ser eliminada por métodos químicos. Posteriormente, esta placa será atacada por una disolución ácida, que elimina el cobre dejando tan sólo el trazado de las pistas.

Esta vía necesitará, además, que dispongamos de una herramienta tipo Dremel para taladrar los agujeros necesarios. Aunque sobre el papel parece un método complejo, en la práctica no lo es tanto si llevamos el cuidado necesario y nos garantiza unos resultados mucho más convincentes, además de facilitar substancialmente el montaje del circuito.

Con la placa construida y los componentes en nuestra mesa, llega el momento de soldar. Si es nuestra “primera vez”, no es mala idea realizar unas soldaduras de práctica con unas cuantas resistencias (los componentes más baratos) hasta que desarrollemos cierta soltura. La forma óptima de realizar una soldadura consiste en poner en contacto la punta del soldador con el pad en el que está el componente y acercar el estaño de forma que se funda alrededor del metal. Esta operación ha de durar el menor tiempo posible, a ser posible un par de segundos, de forma que no dañemos los componentes por exceso de calor, especialmente transistores y circuitos integrados.

Para evitar esto, es recomendable emplear zócalos para este tipo de componentes, ya que evitamos el contacto directo de éstos con el soldador.

Una vez hayamos completado el montaje de la placa – el corazón de nuestro efecto – tendremos que efectuar todo el cableado necesario para que el sistema funcione. De modo genérico, y sin contemplar los potenciómetros o switches que pueda llevar nuestro pedal, las conexiones integradas en la placa serán las tomas de tensión (9V+ y masa) y las entradas y salidas de señal (Effect In y Effect Out). Por otro lado, tendremos el cableado “externo” al circuito, consistente en la señal de entrada y salida (In y Out) y adicionalmente las conexiones para encender el LED. No nos preocupemos por éste de momento, ya que lo explicaremos con mayor profundidad en otron número.

Es el momento de ponerse a leer y a practicar con el soldador.

David Vie

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