Revista de Bajos

Abraham Laboriel entrevista

Abraham Laboriel

Abraham Laboriel es uno de los bajistas más solicitados de la historia en los estudios de grabación, más de 4000 registros y bandas sonoras forman su background. Dotado de un enorme talento y una gran libertad creativa, ha trabajado con una nómina de artistas de primer nivel infinita. Como dijo Larry Carlton de él: “Hay muchos grandes intérpretes de bajo en este mundo, pero hay uno, y sólo un Abraham Laboriel” No añadimos nada más. Amigos, este es Abraham Laboriel.

Abraham, tienes una técnica de mano derecha muy particular, probablemente por tu formación de guitarrista clásico ¿Podemos decir que es un sello particular en tu forma de tocar? Cuéntanos el proceso de adaptación de esa técnica al bajo.

En efecto mi padre empezó a darme clases de guitarra clásica cuando yo tenía 6 años y desarrollé el uso de una técnica muy particular en la que uso los cinco dedos de la mano derecha, entonces cuando descubrí ya a una edad mas tardía tendría 24 años de que podía tocar el bajo eléctrico, mi vida cambio para siempre.

El primer acorde que mi padre me enseñó fue un acorde de re mayor con bajos en re y la entonces supe desde la mi primera clase que la música tendría una función de bajo y una función de acompañamiento, se me inculcó esa diferencia desde edad muy temprana. No muchos guitarristas piensan como bajistas cuando cambian de función y entonces como descubrí que podía tocar el bajo con los cinco dedos de la mano, se abrieron las puertas de par en par. La primera grabación que hice fue en 1971 con Gary Burton ‘The New Quartet’ para discos ECM y mi vida cambio para siempre.

Vienes de una familia de artistas y seguramente eso te ha influenciado a la hora de dedicarte profesionalmente a la música. ¿Qué pensaron en casa cuando les dijiste que querías ser músico?

En realidad hubo un poco de decepción porque yo estaba estudiando segundo año de carrera de ingeniería aeronáutica, desde pequeño me gustaba mucho leer, mis papas pensaron que aunque en casa eran todos artistas y cantantes con la excepción de mi madre que era secretaria ejecutiva, lo natural era que yo hubiera seguido la carrera de la música. Entonces después de dos años de ingeniaría aeronáutica les pedí que me dejaran experimentar por un año con la música y si no funcionaba regresaba a la ingeniera….y a Dios gracias me quedé (risas) a Dios gracias le das tú y todos nosotros (risas).

Como otros grandes músicos estudiaste en Berklee un período de formación de alto nivel y que te permitiría conocer a otros compañeros de profesión. ¿Qué momento de esa época piensas que fue clave para tu carrera?

En realidad los cuatro años fueron primordiales, para mí como mejicano fue muy difícil porque yo entendía el inglés hasta cierto punto y lo hablaba muy pobremente, entonces constantemente estaba cometiendo errores de interpretación cuando realizaba los trabajos. Pensaba que me pedían que escribiera una canción usando un concepto, en lugar de usar el concepto en una nota o dos notas de la canción, yo lo usaba en toda la canción, me lo marcaban todo en rojo y me decían que eso estaba mal o que era imposible de tocar y una vez uno de los concertistas me comentó y si yo había pensado en la posibilidad de convertirme en plomero o carpintero…mi esposa me dijo: algún día te vas a reír de todo esto…y en efecto así fue. (risas).

Durante la década de los 70 te mudaste a Los Ángeles y parece que esto fue el punto de inflexión en tu carrera profesional, has grabado con multitud de artistas y en multitud de discos e incluso en bandas sonoras para cine. ¿Cuál crees que es el motivo por el que estos productores te eligiesen a ti para estos trabajos? Se dice de ti que eres el bajista de sesión más prolífico de la historia.

Bueno estoy muy contento por ese calificado que me han hecho a través de los años. Siento que a raíz de mi formación como guitarrista de música clásica que después un día a los 23 años de edad descubrí que podía tocar el bajo eléctrico, pude aportar al concepto de ser músico una libertad diferente.

La manera en que yo abordo el instrumento es diferente e implica cierta libertad, cierta falta de disciplina y entonces los productores que me contratan se sienten invitados a ver sus propias obras desde otro punto de vista. Muchas veces me dicen, Abraham la razón por la que te llamamos no es para que toques lo que nosotros escribimos, eso lo pueden hacer todos los músicos, te llamamos porque necesitamos que toques con libertad, que hagamos diferentes tomas y luego nosotros elijamos o editamos, que aportes tú personalidad exactamente y esa es la razón por la que me siguen llamando.

Y como voy a explicar en el clinic, la comunicación es indispensable y no es opcional, cuando un quiere tocar de cierta manera siempre ha de pedir permiso o por lo menos consultar y decir: voy a tocar una toma en la que voy a tocar muy sencillo o ahora voy a hacer otra toma en la que voy a tocar con mucha libertad, etc. etc. para que no parezca que estás siendo indulgente o haciendo lo que se te antoja.

Abraham Laboriel

¿Cuál de todos los artistas para los que has trabajado te ha impresionado más y con cual guardas mejor recuerdo de tu trabajo? Es una pregunta difícil para un curriculum como el tuyo, pero siempre hay alguno al que se le tiene un cariño especial o se siente mayor complicidad a la hora de trabajar juntos.

En realidad es una pregunta que me han hecho muchas veces y es muy difícil de responder, pero te voy a de- cir por ejemplo que estoy algunas veces en ascensores, restaurantes o fiestas y escucho música que viene de la radio o de la cocina y es música que es de mi agrado entonces averiguo quien esta tocando y muchas veces de una manera muy sorprendente descubro que soy yo (risas) o sea, que esos artistas son con los que más a gusto te encuentras.

Es un gran privilegio que nos inviten a hacer lo que amamos y también es un cliché que me gusta mucho decir, en la vida muy pocas personas descubren algo que aman hacer, nosotros como músicos tenemos la suerte de que podemos hacer lo que amamos.

Háblanos de tu equipo, entre otros bajos has tocado un Yamaha TBR de cinco cuerdas y escala de 35. ¿Qué nos puedes decir de este instrumento? ¿Qué fue lo que te llevo a elegir ese bajo?

Bueno cuando lo diseñaron en Japón, ya desde 1978 hasta la fecha Yamaha me ha invitado a participar a nivel de consulta en todos los diseños que hacen, llaman a varios bajistas y luego ellos muy cuidadosamente escriben nuestras opiniones y luego cuando sacan el bajo a la venta, vemos que incorporan las cosas que les hemos dicho. Y entonces cuando ese bajo TRB salió con una escala mayor para la nota del si, la claridad y la perfección del sonido de la nota del si era la que todos habíamos buscado durante mucho tiempo y entonces ya pudieron diseñar un bajo que en cualquier parte del registro el sonido era claro y se podía usar con mucha efectividad.

¿En cuanto a amplificación que equipo utilizas cuando vas de gira?

Bueno, descubrí a través de los años que los ingenieros de sonido prefieren cuando uso monitores en el escenario para no saturar el palco y de esa manera ellos pueden controlar lo que el público escucha. Hubo una presentación que hicimos en Los Ángeles donde había más de 50 micrófonos abiertos y cuando yo estaba cómodo con el amplificador, el ingeniero de sonido decía que estaba demasiado fuerte. Entonces como un experimento sin decirle nada lo apagué, entonces el ingeniero me dijo; ahora sí, todo esta perfecto y mis compañeros de escenario estaban felices porque el sonido del bajo era algo que ellos jamás habían experimentado y el público también me decía que el bajo sonaba maravilloso, entonces descubrí que el ingeniero de sonido en realidad es que el que decide lo que los músicos y el público escuchan y desde entonces me atengo mucho a usar monitores en el escenario y dejar que cada persona decida lo que quiere oír, los ingenieros siempre están muy contentos. Recientemente he hecho un trato con la compañía Line 6 para empezar a usar los monitores que ellos han diseñado y a partir de noviembre voy a empezar a usar esos monitores.

Abraham Laboriel

¿Qué consejos puedes dar a alguien que quiera dedicarse profesionalmente al mundo de la música?

Más que nada tener una actitud de amar, escuchar, porque cuando uno esta disponible para trabajar como músico profesional uno tiene que recibir muchas instrucciones, mucha guía y después al poner en practica lo que nos piden poder discernir al hacerlo si eso nos esta llevando en la dirección que todos están buscando y hace muchos años escuche aun pastor decir que la manera más maravillosa de amar que existe es el escuchar. Y nosotros los músicos nos jactamos de que a eso nos dedicamos, entonces el consejo que yo le doy a los jóvenes que quieran dedicarse a esto es que sigan desarrollando una habilidad muy aguda de escuchar y de que lo hagan con todo el corazón.

¿Si tuvieses que contratar a un bajista para tus producciones, que requisitos debería cumplir? ¿Qué exigirías a un bajista para una producción tuya?

(Risas) Bueno más que nada mi amigo y hermano Justo Almario me dice que un libro antiguo que estudiábamos habla de que la música es la ciencia y el arte de combinar sonidos y silencio. Ya los sabios de la antigüedad como Platón, Aristóteles que dicen que el silencio es oro. Entonces lo bajistas y los músicos que nosotros más queremos y admiramos son aquellos que saben utilizar el espacio, que se atreven muchas veces a no tocar y que dejan que la música decida que notas les esta llamando a usar.

Grabaste un disco con tu amigo y gran músico Justo Almario ¿Cómo surge esa oportunidad de grabar juntos y que tal fue esa gran experiencia para ti?

Fue una experiencia maravillosa mi cariño y mi respecto para Justo siempre han estado ahí. Es mi primer amigo de habla hispana cuando fuimos a estudiar a Berklee en Boston y simple y sencillamente voy a decir que en la vida uno raramente se puede encontrar con una amistad que uno debe atesorar para siempre.

Estábamos haciendo discos música cristiana para una compañía que se llama Hosanna Integrity, durante esa época nos invitaron a hacer este disco como duetto y en la compañía lanzaron unos discos de Justo como solista y otros discos míos como solista y luego hicimos ese disco juntos. Lo que pasó fue que es que un disco de mucha libertad, todas las canciones fueron abordadas como si fueran ‘son’, otras fueron abordadas como si fueran música clásica con un doble cuarteto de cuerdas, otras fueron abordadas como rock and roll americano y lo que tienen todas en común en una presencia muy especial y un amor verdadero que existe entre todos nosotros. Porque los músicos que participaron fueron Paul Jackson Jr. Michael Thompson, Greg Mathieson, mi hijo en la batería, Luis Conte…

Y me acuerdo que les pedí a todos que usaran esa oportunidad de hacer esa grabación como una expresión de oración privada, que al tocar que pidieran, que comunicaran con Dios las cosas que no se pueden comunicar de otra manera y entonces cada uno tenía libertad de tocar lo que quisiera y es un disco que esta muy, muy cerca de mi corazón.

Por último, cuéntanos por favor la historia de Guidum que da título a otro de tus trabajos en solitario. Es una composición original de tu padre, ¿Verdad?

Sí, Guidun, como digo en el disco, es una palabra que mi papá inventó que era símbolo de la distancia que existía entre él y mi mamá. Cuando… mis papás son de Honduras, Centro América, y pertenecen a una etnia que se llama Garípuna. La palabra Garípuna quiere decir negro caribeño y entonces esta canción está escrita en español y en el lenguaje de Garípuna. Cuando mi papá le pidió a mi abuelito materno la mano de mi mamá, mi abuelito materno le dijo que no, que quería que estuvieran separados por tres años y que si al final de esos tres años todavía querían casarse, entonces lo iba a permitir.

Durante esos tres años mi papá se fue a México y extrañaba a mi mamá tanto que compuso esta canción imaginándose lo que era ser un esclavo capturado en África y traído hacia el continente americano y cuando va por el río hacia el barco ve a la mujer que ama, ella se llama Gidum y le empieza a cantar en ese lenguaje Garípuna. Cuando descubrí que el compuso eso para mi mamá y que la letra habla ‘Guidum te quiero mucho, Guidum ven hacia mí…’ es una canción que tiene mu- cha fuerza emocional.

Bueno, solo nos queda darte las gracias, desearte lo mejor y bueno una vez más decirte que te admiramos un montón y para nosotros es una maravilla que estés aquí.

Estoy muy contento y muy orgulloso de que me hayan invitado a participar en esta entrevista.

Dani Boronat

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