Revista de Bajos

Tomás Merlo 2020

Tomás Merlo 2020

Tomás Merlo es un bajista mallorquín afincado en Madrid que se dedica profesionalmente a la música desde hace ya muchos años. Compagina su faceta de artista en solitario con la de docente y músico de giras. Aunque está titulado en grado superior en contrabajo (especialidad Jazz) por el conservatorio de Amsterdam, es de esos pocos músicos que se encuentra cómodo en estilos muy diferentes y que además domina igualmente el contrabajo, el bajo eléctrico y el Chapman Stick, instrumento sobre el cual nos vamos a centrar en esta entrevista.

Actualmente Tomás Merlo está considerado como uno de los grandes exponentes a nivel mundial del Chapman Stick, instrumento creado en los años 70 por el músico Emmett Chapman. En palabras del propio Emmett, “Tomás Merlo se presenta como el nuevo Mesías del instrumento”.

Hola Tomás. Muchas gracias por concedernos esta entrevista para Bajos y Bajistas. Tú eres bajista, contrabajista y “stickista”. ¿Relacionas estos instrumentos de algún modo?

Están los tres muy relacionados de un modo u otro. El bajo y el contrabajo ejercen la misma función en las bandas, obviamente. El Stick tiene varias cosas en común con esos dos instrumentos y otras muy particulares. En mi caso cuando toco el Stick dentro de un conjunto como puede ser mi trío utilizo la parte del bajo para ejercer esa misma función y la de guitarra para ejercer la parte armónica-melódica. Otros Stickistas como Tony Levin lo utilizan enteramente como un bajo y otros lo utilizan como si fuese algo parecido a un piano.

¿Cuál fue tu primer encuentro con el Chapman Stick?

Descubrí el Stick en un vídeo VHS de King Crimson donde Tony Levin hacia uso de él y me enamoré al instante. Investigué preguntando por las tiendas de música y en el arcaico internet de mediados de los 90 y, después de convencer a mis padres, encargamos uno a Stick Enterprises en California. No fue hasta después de haberlo pedido que pude poner mis manos por primera vez en uno. Aquello fue en Denia en casa de Guillermo Cides hasta donde me desplacé para tener una clase introductoria al instrumento.

¿Lo has seguido tocando de forma regular todos estos años?

La verdad es que no. Tuve mi primer Stick en el año 97 y lo toqué de manera intensiva durante dos años pero luego lo dejé ya que me concentré en mis estudios de contrabajo. Hacia 2006  tuve un Warrguitar durante mas o menos un año y mas tarde vino otro Stick pero tampoco le presté mucha atención. Hace dos años me fui de gira durante un año con Joan Manuel Serrat y antes de partir fue como una llamada: el Stick volvía a reclamarme, por así decirlo. Me lo llevé y lo estudié a fondo durante toda la gira en los hoteles y finalmente parece que mi relación amor-odio se ha estabilizó y ahora nos queremos más que nunca, jaja.

¿Has probado otros instrumentos “touchboard”?

Sí, como he comentado antes tuve durante una época un Warrguitar, que en esencia era muy similar ya que comparte afinación y la técnica para tocarlo (tapping) es la misma. Era un instrumento excelente en cuanto a las maderas y la electrónica y tenía además piezo y MIDI. Era espectacular en todos los sentidos excepto porque pesaba 6 kilos y medio, lo que lo hacía bastante incómodo, la verdad.

Tomás Merlo

La familia de instrumentos Chapman Stick ha ido creciendo desde que nació hace unos 50 años y existen variantes con diferente número de cuerdas, afinaciones, rango e incluso diferente disposición de cuerdas. ¿Cuál usas tú y qué te parecen los otros modelos?

Tengo dos, uno de 10 cuerdas (que es por así decirlo el clásico), pero el que uso normalmente es el Grand Stick que tiene 12. Para mí este  es el más completo ya que añade una cuerda aguda en el registro del bajo que es muy útil y una cuerda grave en el registro melódico que es si cabe todavía más útil. El Stick Bass de 8 cuerdas dispuestas en cuartas ascendentes como el que tú tienes no lo he probado nunca y la verdad es que no me llama mucho la atención ya que una de las cosas que más amo del Stick original es la afinación por quintas en el bajo.

¿Podrías contarnos qué equipo de amplificación y efectos utilizas en el Stick dada la “doble personalidad” del instrumento?

Claro. Básicamente mi concepto cuando toco con mi trío es tratar al Stick como si fuesen dos instrumentos por separado: un bajo y una guitarra. La pastilla del Stick es stereo y te permite separar cada grupo de cuerdas y mandar cada señal a un ampli diferente. La parte de bajo va directa a un cabezal Taurus Vandall 500 y una pantalla con dos altavoces de 10” de la misma marca, de la cual soy endorser.

La parte de guitarra la tengo más procesada, como suele ser habitual. Primero pasa por un antiguo rack de efectos Roland GP-100 de principios de los 90 el cual controlo con una pedalera MIDI y todo va a un amplificador de guitarra Roland Jazz Chorus 50 de los 80.

Stick Enterprises ofrece hasta 8 modelos diferentes de instrumentos según el número de cuerdas, rango y tipos de madera.  Adicionalmente permiten elegir entre tres tipos de pastillas: Stickup (sistema pasivo original con imanes ajustables para cada cuerda), The Block (sistema activo EMG) y Passive-4 (4 pastillas Villex con diferentes posibilidades de combinación entre ellas) e incluso incorporar MIDI para 6 de las 8, 10 o 12 cuerdas. ¿Qué sistema tienes instalado en tus instrumentos?

El Stick que uso normalmente viene con la Stickup original ya que es un Grand Stick del año 94 y todavía no se habían inventado los otros micrófonos. De todos modos ocurre que soy más fan del sonido clásico del Stick, así que estoy encantado.

Parece ser que el Stick es uno de los instrumentos que más se prestan al uso de loopers para ir componiendo en directo un tema creando las capas según vas tocando. Guillermo Cides, al que has citado en esta entrevista es quizás uno de los mayores exponentes de esa tecnología. ¿Sueles utilizar unidades de loop?

No, soy más clásico en ese aspecto. Me gusta tocar e interactuar con seres humanos  ya que mi música parte del jazz, estilo que fundamentalmente se basa en la interacción. Esas máquinas me quedan lejos.

¿Tienes algún músico que haya sido una influencia para ti en este instrumento? ¿Hay alguien ahora mismo que esté haciendo música con el Stick que te resulte especialmente interesante?

En mis primeros años o comienzos fueron Tony Levin y Guillermo Cides, ambos con cualidades totalmente diferentes. Hoy en día la verdad es que no escucho a ninguno ya que he intentado desmarcarme estilísticamente, sobretodo de todo el movimiento Crimsoniano, que es donde más se asocia el Stick. Prefiero concentrarme en mis ídolos en general, Pastorius, Metheny, Holdsworth y sobretodo en los músicos con los que toco que también son mis ídolos y hacer música juntos sin tener referencias estrictamente del instrumento en sí.

Tomás Merlo

¿En qué proyectos estás usando el Chapman Stick en estos momentos?

Ahora mismo donde más uso el Stick es en mi grupo, un trío formado por Jorge Vera a los teclados y Miguel Lamas a la batería. Acabamos de grabar disco y espero que salga para las Navidades. De vez en cuando meto el Stick en alguna grabación como en el disco de Nacho Aldeguer “Capman” titulado Mucho Amor, donde toqué el Stick por así decirlo ala Tony Levin. También he hecho algunas cosas a dúo con la cantante Cristina López; podéis ver algunos de estos proyectos en mi canal de Youtube.

¿Te han llamado para participar en una grabación o directo porque saben que usas el Stick y lo quieren incorporar, o es una opción que ofreces tú para ampliar la paleta de sonidos y recursos que tienes y así mejorar tu aportación musical?

Pues la verdad es que nunca me había pasado hasta recientemente. Quizás por el movimiento que ha habido en redes, mis grabaciones a dúo con voz, mis videos con el trio, etc. Poco a poco me están empezando a caer algunas ofertas ya que a la gente parece gustarle lo que hago con el Stick.

¿Animarías a otros músicos a que se inicien en este instrumento? Parece tener una curva de aprendizaje inicial un tanto complicada, sobre todo por la parte de quintas invertidas para la mano izquierda. ¿Algún consejo para poder iniciarse con garantías de éxito?

Bueno, sobre la curva de aprendizaje hay que decir que si vienes de tocar ya un instrumento de cuerda y estas muy familiarizado a ese sistema el Stick te puede resultar algo frustrante ya que cambia tus posiciones preconcebidas. Si ese es el caso es como todo, con paciencia, primero intentando entender la lógica de ello y luego siendo constante. Al final se resume muy fácil: las notas están en el mismo sitio, pero la octava está invertida, así que una vez te acostumbras a eso no es para tanto. Pero si una cosa tiene el Stick es que estudiarlo es muy divertido ya que muy pronto puedes empezar a tocar canciones tu solo, algo que por ejemplo el bajo o el contrabajo no te permitne; estos son instrumentos que tienen una manera de estudiar muy solitaria. En cambio con el Stick la experiencia es totalmente distinta ya que uno mismo puede hacer bajos, acordes y melodías como haría por ejemplo un pianista.

No podemos terminar esta entrevista sin preguntarte en qué modo te ha afectado esta pandemia en este 2020 a nivel profesional.

Bueno supongo que me ha afectado de un modo similar a todo el mundo en mi sector. He sufrido grandes pérdidas a nivel económico ya que el confinamiento me pilló justo el día que se estrenaba el musical del que era parte (A Chorus line) y se me cayeron cerca de 100 galas, imagínate. Esto para alguien con hijos como es mi caso y cuando ya has hecho una previsión económica para el año, es un auténtico bajón. Por suerte he podido mantenerme gracias a dar clases online.

También tengo que reconocer que no todo es negro: es triste decirlo, pero gracias a la pandemia muchos de nosotros nos hemos visto obligados a reinventarnos y a pulir facetas que teníamos muy descuidadas como es el caso de las plataformas online. Esto nos ha permitido expandirnos y ahora es posible dar clase a gente que no solo vive en tu ciudad o incluso en tu país sino en todo el mundo.

Por otro lado, también he tenido más tiempo para estudiar, pulir más mi producto, pensar mejor en el proceso de grabación, etc.

Muchísimas gracias, Tomás. Ha sido un auténtico placer charlar contigo y conocer en primera persona tus impresiones sobre este maravilloso instrumento y sobre tu trayectoria.

Muchas gracias y enhorabuena por la revista y la labor que hace de crear una comunidad de bajistas.

Texto: Joaquín García

Fotos: Ernesto Cortijo

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