Revista de Bajos

Fender SuperBassman

Tras muchos años sin presentar ningún amplificador con el que llenar grandes escenarios y que por ello otras marcas como Ampeg, EBS y Aguilar quizás hayan copado el mercado y obtenido todo el reconocimiento con sus grandes modelos, Fender decide sacar los cabezales Super Bassman y Bassman 100T, una reedición estética del mítico cabezal “Blackface” de los ’60 con la última tecnología en amplificación en su interior, y junto a ellos una serie de pantallas con estética vintage y altavoces de neodimio con múltiples configuraciones.

Poco queda que contar de Fender que no esté en números anteriores, así que nos centraremos un poco en la historia del modelo de amplificador Bassman, sin entrar en detalle del desarrollo de los circuitos y su evolución.

El Fender Bassman se presentó en 1952, inicialmente previsto para amplificar bajos, el Bassman fue utilizado para todo tipo de instrumentos, guitarras eléctricas, armónicas, pedal-steel…

Este primer modelo, el Bassman 5B6, era un combo de 26w con un altavoz de 15″. El diseño exterior comenzó siendo con un panel frontal similar a las televisiones de la época de ahí que se les conociera como los “Front TV” hasta que en 1953 se adoptó el diseño que hoy en día es prácticamente un estándar.

Desde 1954 hasta 1960 el Bassman sufrió muchas modificaciones y actualizaciones en su interior y la más visual fue el paso de 1×15″ a 4×10″, convirtiéndose en el amplificador de referencia del mercado.

A finales de 1960, Fender introdujo el modelo Bassman 6G6 con el diseño “piggy-back”, lo que se conoce actualmente como cabezal y pantalla. Estos primeros modelos fueron llamados “Brownface” por el color marrón oscuro utilizado en el panel de control.

En 1964 Fender introdujo el diseño “Blackface”, con el chasis acabado en tolex negro y un panel de control pintado de negro. A partir de que Fender fuera adquirida por CBS surgió el nuevo diseño “Silverface”, con modificaciones en los circuitos para economizar el coste de fabricación que muchos consideraron un paso atrás.

Desde aquel momento quedó estancada su fabricación hasta que en 1990 se lanzó una reedición del Bassman ’59, un combo de 4×10″ pensado exclusivamente para guitarristas, y más tarde en 2009 Fender introdujo la serie Bassman TV con varios modelos de combos con la estética de los “Front Tv” de los ’50, que duraron muy poco en el mercado y en un par de años desaparecieron.

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Construcción, controles

El Super Bassman con 300 watts de potencia es uno de los amplificadores de bajo más potentes que ha fabricado Fender. Con este modelo cubre la gama alta de amplificadores de características similares al SVT-CL de Ampeg, al Fafner de EBS y al de DB-751 Aguilar.

El cabezal como hemos comentado antes parte de una estética clásica con el panel frontal de los modelos “Blackface” de los ’60 y con unas dimensiones de 25,4 × 62,2 × 36 cm y un peso de casi 30 Kg. Cuenta con dos canales en los que combina el sonido clásico con la tecnología más moderna. Previo a válvulas con dos 12AX7 y etapa de potencia con una 12AX7, una 12AT7 y seis 6550, 2 canales independientes y algo novedoso en su interior, el sistema Fender Automatic Bias, que constantemente monitoriza y rectifica el bias de las válvulas para asegurar un rendimiento perfecto e incluso te avisa cuando es necesaria la asistencia técnica al amplificador.

En el panel frontal nos encontramos con 2 entradas, la número 1 para instrumentos pasivos o con poca salida y la entrada 2 con una reducción de 6 dB para instrumentos activos, en el caso que quisiéramos utilizar simultáneamente las dos entradas ambas llevarían una reducción de 6 dB.

Como habíamos dicho tenemos dos canales, Vintage y Overdrive, el primero de ellos tiene los siguientes controles, Volumen y el clásico circuito de tono con tres controles, solo de corte, BASS-MID-TREBLE, con la particularidad que han añadido un realce en graves, deep, y en agudos, bright, al tirar de los potenciómetros hacia fuera.

El segundo canal, Overdrive, presenta más controles, empezando por Gain, que ajusta el nivel de entrada al previo, Blend, que nos permite mezclar la saturación que obtengamos con el control de gain y la señal limpia del bajo, muy útil para darle definición a nuestro sonido distorsionado. Le sigue un control de Volumen del canal y ya pasamos a la sección de ecualización activa, con los controles de BASS con un realce o corte en ±15 dB sobre los 80 Hz y el ajuste extra tirando del potenciómetro, Deep con un recorte de –18 dB sobre los 640 Hz.

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El siguiente control MID FREQ y MID LEVEL nos permite ajustar la frecuencia de medios en un rango entre los 200Hz y 3.3 kHz, sobre la que aplicaremos el realce o corte de ±18 dB. Y por último el potenciómetro de TREBLE con ±15dB sobre los 4kHz y el ajuste extra tirando del potenciómetro, Bright, de +10dB sobre los 6kHz. Por último el control de volumen general con función “mute” tirando del control hacia afuera.

En la parte posterior del cabezal encontramos en primer lugar, además del power, el standby y la toma de corriente, un interruptor de salida de altavoces que permite lo opción mute y así desactivar el altavoz y poder grabar silenciosamente usando la salida XLR y seguidamente un interruptor que nos facilita configurar la impedancia a 8, 4 o 2 ohms.

A continuación nos encontramos con el panel de control del Automatic Bias en el que nos posibilita configurar 3 formas de trabajo, Cool-Normal-Warm, y la salida XLR (Pre/Post) con un potenciómetro que nos ayuda a regular el nivel de salida de esta. Además de las salidas para afinador, footswitch para cambio de canal y el bucle de efectos con la entrada “poweramp” y salida de “preamp”.

Fender Automatic Bias

El ajuste de bias de los amplificadores a válvulas determina la corriente en reposo que fluye a través de cada válvula, o lo que es lo mismo, determina qué cantidad de potencia fluye a través de cada válvula en el estado de reposo, cuando no se está haciendo pasar ninguna señal a través del amplificador.

Este ajuste afecta al sonido del amplificador, a su respuesta dinámica, a la duración de la vida de las válvulas y al consumo, con este sistema Fender nos permite elegir entre 3 formas de trabajo.

WARM: Sonido más agresivo (sucio) con un ataque más rápido. Lo que genera una reducción en la vida de las válvulas y conlleva un mayor consumo.

NORMAL: Ajuste habitual, que ofrece un buen balance entre sonido y duración de las válvulas.

COOL: Un sonido menos agresivo (más limpio) con un ataque más lento. Permite una mayor duración en la vida de las válvulas y menor consumo.

El sistema de bias automático de Fender monitoriza el bias de cada válvula de forma individual, si una válvula falla, ya no es necesario sustituir todas las válvulas de salida por un grupo emparejado. Simplemente sustituyendo la válvula averiada por otra del mismo tipo y grado sería suficiente.

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Sonido y conclusiones

La primera sensación es que te encuentras frente a un cabezal de gran calidad, robusto, aunque bastante pesado, 30 kg para un cabezal es mucho peso. Comenzamos a jugar con él empezando por el canal vintage, configuración sencilla, ecualización, ganancia y volumen, lo único que aporta como novedad es el control extra sobre el deep y el bright, que al final no es más que dos potenciómetros más de ecualización que te ayudan a darle más color a tu sonido.

Para la prueba del cabezal utilicé un Fender Jazz bass ’78 con diapasón de arce y la pantalla de 6×10″ también de la serie Bassman con imanes de neodimio, hay que decir que el peso de la pantalla es un poco superior al cabezal, con lo que como no tengas un “pipa” que te monte en los conciertos, ya puedes ir apuntándote a un gimnasio si no quieres acabar lesionado moviendo un equipo de 70 kg todos los fines de semana.

Las primeras impresiones muy buenas, sonido definido, potente y con una respuesta en graves muy buena. Comparándolo con mi Bassman 100 Silverface, el canal vintage es muy cercano en cuanto a sonido. Consigue un timbre que te aporta calidez y potencia pero sobretodo definición, permitiéndote con los controles deep y bright sacarle un punto más moderno, mayor profundidad en los graves o unos agudos definidos que para el slap suenan francamente bien.

En el momento en el que enciendes el canal de overdrive encuentras una nueva dimensión en el sonido, pudiendo saturar la señal hasta conseguir sonidos que harán que retires varios overdrives y fuzzs de tu pedalera, es un sonido más moderno, con más “punch”, y que además te permite mezclar la saturación con la señal limpia del bajo con lo que no pierdes definición al saturar el sonido, me parece muy útil esta opción. Así como en el canal vintage, tenemos los controles extras de deep y bright, con lo que la paleta de sonidos que podemos sacar de este amplificador es muy muy amplia.

Otra gran ventaja es la posibilidad de cambiar de canal con un footswitch con lo que en directo podemos tener acceso a los dos sonidos que hayamos configurado en cada canal. Por otro lado algo que no he podido evaluar es el nuevo sistema de Bias Automático, ya que este nos lo dirá el tiempo, si influye positivamente en la vida del amplificador o no.

Un gran amplificador el que presenta Fender como respuesta a los existentes en el mercado de sus mismas características, muy versátil y con una gran calidad, por pedir me habría gustado que en el loop de efectos se situara un control similar al Blend del canal overdrive, para mezclar la señal del loop de efectos con el sonido limpio del bajo y así poder controlar mejor ciertos efectos sin perder definición, pero no se puede tener todo en esta vida…

En cuanto al precio, nos encontramos frente a un cabezal de alrededor de 2.000€, si se nos queda fuera del alcance, Fender nos propone otra opción que es el hermano pequeño del Super Bassman, el Bassman 100T, con 100w en vez de 300w, alguna diferencia más, y un precio más asequible.

Álex Casal

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