Revista de Bajos

Carles Benavent

Si hablamos de Carles Benavent todo el mundo sabe que nos referimos a uno de los más grandes bajistas que ha dado este país y un músico de reconocida talla mundial. Fue la primera opción que nos vino a la mente para iniciar la andadura de “Bajos y Bajistas” con paso firme. El equipo de redacción se plantó en su casa, al lado de la playa, donde Carles amablemente nos atendió y donde disfrutamos de su charla, escuchamos sus proyectos, nos tocó bajo, contrabajo…vivimos por un rato en el corazón donde se fraguan sus proyectos, su música…y tal cual lo contamos aquí.

 

Carles: Crack, Máquina y Música Urbana, por ese orden…

Si, comencé a los 13 años, en el colegio conocí al guitarrista Emili Baleriola y yo decidí tocar el bajo porque creía que era más fácil, pensé que era más fácil, tenía menos cuerdas, lo cogí por eso. Después ya me fui haciendo con él, con la posición del bajo en un grupo un sitio que considero muy privilegiado. Lo que pasa es que siempre he tendido a tocar el bajo como si fuera una guitarra, entonces en vez de copiar a los bajistas yo copiaba a los guitarristas, me sacaba los solos -hasta donde llegaba ¿no?- de Eric Clapton, de BB King, no copiaba a Jack Bruce. Esto me marcó desde jovencito a querer hacer solos, a hacer el papel de bajo que me encantaba pero de vez en cuando dar un paso al frente ponerme al lado del guitarrista y ¡Qué pasa! De tú a tú ¿no?, quien dice guitarrista dice saxo u otros instrumentos con los que he ido tocando.

En esta época de Música Urbana Jordi Bonell contaba que Amargós os tenía a los dos doblando frases todo el día…

Claro, es que Amargós es el que me puso las pilas a mí, bueno a mí y a todos. Yo siempre lo digo, a mí me preparó para lo que se me venía encima…cuando me senté al lado de Paco de Lucía -que ésta ha sido otra de las potras que he tenido en mi vida- yo ya estaba preparado, estaba en el sitio justo en el momento adecuado y con la preparación suficiente para poderme montar al carro ¿sabes? Ahí es cuando vi el camino en realidad, hubo un antes y un después, cuando me senté con Paco es cuando pensé: este es mi camino. Luego tuve otras salidas, cuando estuve en USA con Chick Corea y muchos me decían ¿Por qué no te has quedado?, ya estás en el sitio guapo ¿Por qué has vuelto? Yo tengo aquí mi camino con Paco, hice mi disco como Carles Benavent, con Mario Pacheco (RIP), ya tenía aquí mi camino…

¿Tocar con Paco no te daba un poco de “vértigo”?

Yo no sé si soy inconsciente u osado o una mezcla de las dos cosas, porque la primera cosa que hice con Paco fue un duetto que se llama Monasterio de Sal, que es una colombiana que está en el disco “Solo quiero caminar” y es un duetto puro y duro de bajo y guitarra, sólo con él. Esto es empezar la casa por el tejado, así de golpe un dúo con un guitarrista como era Paco era ser muy osado o muy inconsciente, yo creo que he sido las dos cosas. Era bastante fuerte, recuerdo en Portugal, que yo salía y me sentaba delante con Paco, no con el grupo y la gente gritaba y decía: “Paco, el de la guitarra china que se vaya (risas), algo pa nosotros” claro yo era un intruso, era muy descarado, realmente era una osadía por parte mía y por parte de Paco también. Esto me gustó, es algo que con los años te da más seguridad, este tipo de pruebas tan así…con el tiempo piensas: ¿Cómo me atreví a hacer esto, dios mío? Y en aquella época como me gustaba tanto y estaba tan seguro de que era bueno lo que hacíamos, ya podían decir que se vaya que yo no me iba ni con agua caliente (risas).

Dicen que el flamenco se lleva dentro, ¿Cómo se adapta uno a un arte tan visceral, a sus palos, sin tener un cierto ascendente “gitano”?

Pues es extraño porque en mi casa no ha habido nunca tradición flamenca. En Cataluña en aquella época las cosas de flamenco que nos llegaban eran muy folclóricas, centrista, parecía anticatalán, cuando salía algo por la tele cambiaban de canal, el espectáculo flamenco de un programa musical del Iñigo, aquello no interesaba. Cuando conocí el flamenco realmente fue cuando estuve con Paco, ya te digo, empezar la casa por el tejado, sentarte allí con el mejor sin haber tenido un bagaje antes. Con Amargós habíamos hecho música con aire mediterráneo, pero realmente fue sentarme al lado de Paco de Lucía sin saber lo que era una bulería.

En los círculos más conservadores se miraba el bajo eléctrico con un cierto recelo como para aceptarlo dentro de lo que es el flamenco ¿Cuándo crees que cambió la percepción de la gente sobre esto?

En mi caso en un momento exacto que fue cuando grabé con Camarón de la Isla, cuando grabé una bulería con Camarón, esto fue como la prueba del algodón. Me llamó Paco y me dijo: “ya está Carlos, ya está” el vio sonreir a alguien (nunca me dijo quién era), ya vio que se me aceptaba, al catalán, al catalán este con la guitarra china. En aquel momento yo pasé digamos a ser aceptado. El bajo eléctrico ya no era sólo para los flamencos, si no para los clásicos también y los de jazz…el bajo eléctrico era como la guitarra baja, yo recuerdo mi profesor de contrabajo del conservatorio que me decía: “no estudies la guitarra baja” como que te vas a embrutecer tocando esto. Con los años, después ya fue diferente. Era un profesor buenísimo, se llevó un disgusto cuando dejé de ir porque se había ilusionado conmigo, pensaba que yo podría entrar en la orquesta el pobre. Ahora lo he recuperado, estoy más contento (señala el contrabajo) lo tenía todo roto lleno de carcoma, estaba como para tirarlo y un luthier lo ha dejado… estoy muy contento porque además ha resurgido, es antiguo es del año treinta y pico, suena increíble y lo estoy recuperando un poco.

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Pero no vas a tocar con él…

No, en directo no porque me siento muy inseguro con esto, pero grabar si, porque si me sale mal voy repitiendo y eso.

Jamie Jamerson, bajista de la Motown grababa eléctrico y contrabajo superpuestos…

¡Ah si!, pues lo probaré, me has dado una idea (risas)

Cuando empiezas a trabajar en este entorno flamenco ¿te sentías libre para aportar o te decían tienes que hacer esto o esto otro?

No, no, todo lo contrario, libre para aportar desde el primer momento, por eso es por lo que me dije esto es lo mío, me podía desarrollar muchísimo. Con lo que veía por allí, lo que pillaba de todo el mundo, primero de Paco que le miraba la mano a ver como hacía las cosas, era todo increíble, porque podía hacer todo lo que yo quería: acordes con el bajo…hay un detalle que es la colombiana esta, mira, cuando doy masterclass una de las picardías que enseño a los chavales, el primer ejercicio es la colombiana que hace: din dondon din dandan (AUDIO1) esto es lo que toca Paco, entonces yo hacía: tucatucatu que tantan (AUDIO2) estos contratiempos le sorprendían y ahí es donde me lo gané con este tipo de picardías, esto es lo que despertaba en él también interés, hacíamos algo que paríamos allí y era nuevo. El sexteto de Paco de Lucía ha sido un referente después para mucha gente, sin darnos cuenta nos inventamos algo. Mi idea era como si mi bajo fuera un alargamiento de la mano de Paco, una prolongación de él.

¿Cuesta mucho cambiar de un contexto flamenco como el de Paco e ir a un entorno totalmente jazzero como con Chick Corea?

Esto es fantástico, esto lo encuentro yo un lujo, poder cambiar y además hacerlo con gente de este nivel esto enriquece muchísimo, a mi siempre me dicen ¿Qué gira es la que más te gusta y tal? Y fíjate que hemos dado vueltas y es difícil escoger, pues tengo clarísimo que hay una que es decisiva y es la que estuve entre Paco y Chick Corea. El grupo de Corea pero con Paco de invitado y yo estaba en medio, ni flamenco ni jazzero pero estaba en medio y me enteraba de todo.

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Has comentado alguna vez que con Chick te aprendías los temas de memoria…

Con Chick y con Paco y con quien sea, con Jorge Pardo… siempre ha sido igual. Ejercitar la memoria está muy bien porque estás más suelto, cuando lo tienes en la vena ya no piensas en lo que tienes que hacer, la mano va sola, puedes expresar incluso cambiar algo sin salirte del papel. Si no te lo sacas de encima estás toda la vida pendiente del papel y es una tontería porque a lo mejor te aprendes de memoria cosas muy difíciles y a lo mejor una muy simple… yo me acuerdo el “Round About Midnight” lo estuve leyendo toda la tourné con Chick Corea y en una rueda que es bien tonto ¿Por qué no me aprendí esto de memoria? En cambio me aprendí una cantidad de papeles del Stanley Clarke y unísonos y no sé cuantos y el Zyriab de Paco de Lucía…no te puedes imaginar la de Parsifales que me he aprendido de memoria, en cambio este cifrado sencillo o te lo quitas de encima, te obligas o si pierdes el papel eres hombre muerto. Esto es una ventaja que he tenido porque como los flamencos no leen, era una manera de estar más cerca, porque era un músico pero lo aprendía todo de memoria, esto creaba un vínculo que hacía que la cosa fuera más fluida, era el mismo lenguaje y empleaba el mismo tiempo en aprender las cosas que ellos, no era un músico que lo leía, estábamos en el mismo training.

Tienes una forma muy particular de tocar el instrumento, saltos de cuerda, cambios de posición, la púa…

Con el tiempo te lo vas haciendo tuyo, por ejemplo, la púa hubo un tiempo en que yo estaba acomplejado, que si sonaba mejor con los dedos, pero de la manera que yo quiero tocar suena mejor con la púa el tac-tac, los stacattos, eso debe ser con la púa con los dedos es muy difícil y para el flamenco me ha ido muy bien tocar con púa. Una vez por error me salió un golpe con los dedos, el tocar con tobas, como el martillo de un piano, como un golpe de slapping pero con la toba del dedo, me quedan tres dedos para rasguear o lo que sea, hombre son truquillos, me lo he ido inventando como aquel que dice.

Bueno tener una técnica tan particular evita que te copien porque resulta muy difícil…

Yo siempre digo a los chavales, que os vaya bien pero yo lo único que os puedo enseñar es esto, no tengo una manera de tocar académica, abro mucho la mano, con el 5 cuerdas tengo dos octavas en posición (coge el bajo y nos lo demuestra) si nos salimos de lo que es el papel de acompañamiento del bajo tenemos que ser muy limpios, es una octava más abajo que una guitarra y si queremos tocar tenemos que ir muy clavaditos.

¿Cómo crees que está evolucionando el flamenco? ¿Cómo lo ves tú?

Soy algo despistado pero desde unos años a esta parte ha habido buenas cantaoras, no sé, está Poveda, Mayte Martín, Duquenque…te haría una lista de gente con un nivel increíble y además inquieta, buscando cosas que emocionen que es lo que yo siempre… que es lo que doy por bueno…ahora cuando buscas el dinero fácil, el pelotazo, esto a mi ya no me mola, que también los hay ¡eh! que es muy goloso todo esto. Lo importante es hacer circular la emoción con la gente, la magia y que esto como guste, que te de trabajo. Esa es mi ambición en esto, es una ambición más artística que económica aunque una cosa vaya ligada con la otra porque si funciona, funciona.

¿Qué le pides a un bajo para tocar con él?

Bueno hace un tiempo que descubrí que había luthieres que hacían bajos, descubrí a Francesc Jordán que me hizo el primer Benavent que es un sin trastes, con este grabé el “Agüita que corre” y a partir de aquí descubrí un mundo porque si no fuera músico sería luthier, porque me encanta, me encanta…escoger las maderas, las medidas, éste después fue mejorado por otro, vas mejorando la pieza a medida que vas haciendo bajos. Yo siempre había tocado fretless pero en el 95 tuve un accidente de coche que me tuvo un año sin tocar, el radial, que es el nervio que levanta la mano me lo partí y estuve un año trabajando en ello, entonces le dije a Jordán que me hiciera el mismo con trastes para volver a empezar con una cosa más liviana. Noté un alivio en la afinación porque con 5 cuerdas haces más acordes y sin trastes siempre hay alguna que se queda así, así y no sabes cual es, con los trastes te liberas de esto de la afinación y desde entonces ya no he vuelto a tocar sin trastes. Para tocar una melodía si, pero para tocar base ya siempre con trastes, aunque los trastes de los nuevos son de mandolina porque me gusta tocar madera con los dedos, notarla. Pero el proceso ha sido este, pasar del sin trastes que tenía, el Gibson de 4, pasar al 5, los acordes cuesta la afinación, el accidente, poner los trastes a este 5 y descubrir que es una maravilla y ya me he quedado con esta versión ¿sabes? Es todo un proceso que aparte de la estética y que suene bien, hay una serie de cosas que con el tiempo te van dando “tu” instrumento.

¿Cómo lo llevas con la tecnología?

Bien, mira (señala un rack impresionante) la última adquisición el Mac con el HD el ProTools y ya he grabado aquí varios discos, aparte de temas cuando me vienen de encargo los grabo aquí en casa. El año este que estuve parado, lo que hice fue comprar un ordenador y con un par de amiguetes que me echaron una mano, primero con midi sin grabar audio, empezar a aprender los programas el Logic, ahora ya tengo el ProTools, pero fue la manera, aquel año lo empleé… sólo tenía que hacer una cosa, recuperación y estar con esto.

¿De amplificadores y pedales?

Amplificadores EBS, soy endorser de EBS, me encantan. A Mats (Mats Kristofferson director técnico de EBS) le propuse el otro día que los que tocamos con púa y necesitamos recortar mucho de agudos la ecualización, necesitamos partir de una ecualización diferente y a ver si me hace un pedalito, un previo Benavent, que me hace mucha ilusión pero bueno eso será para el año que viene. Yo creo que será útil para los bajistas con púa que no somos muchos pero los hay.

¿Alguna cosa más Carles?

Bueno, pues que aparte de tocar el bajo también es importante componer, un punto de echar un paso adelante, a la vuelta de la gira con Chick Corea en el 82 Mario (Pacheco) me dijo tenemos que hacer un disco y fue el primer disco de Nuevos Medios, el mío y el de Habichuela, fueron los primeros discos de Nuevos Medios, esto te obliga a tener tu repertorio y por tanto más temas.

¿Has pasado por modas?

Hombre evidentemente, lo que vives te influencia, me influyó Jaco Pastorius, Chick Corea es un personaje que también ha influido, Miles Davis…

¿Miles era tan personaje?

Era como Camarón, yo lo comparo al Camarón del jazz ¿no? Tocando con Miles Davis en Suiza me acuerdo que estábamos ensayando dos big bands y entra Miles y un silencio absoluto como si hubiera entrado Camarón en el Candela, el Candela de Madrid ¿sabes? Un silencio absoluto, la gente flipando.

Proyectos para el futuro…

Seguir componiendo, seguir tocando con mi banda, con mis varias bandas. Ayer estuvo aquí Reinald Colom, no sé si lo conoces, el trompetista, vino con su manager para proponer un proyecto para el año que viene, “encantao”, como artista invitado, encantado. Cuando la música es buena siempre sales ganando.

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No te lo he preguntado ¿cogerías trabajos solamente por pasta?

Me imagino que si, si me hiciera falta si, evidentemente.

¿Eliges ya?

Si, hace tiempo, hace tiempo gracias a dios, pero ya te digo si hace falta hay que cogerlo. Lo primero es la subsistencia y más cuando tienes familia. Si estás solo… casi al revés, parecía que si no tenías un duro molabas más (risas). Éramos como los ocupas de ahora, alternativos, yo me acuerdo que sin ser muy heavy ni nada de nada -porque ya te digo desde que era jovencito la música lo tapaba todo ni drogas…es que era el bajo, el bajo y el bajo, una fijación que es importante a veces. Pienso que he tenido suerte con esto, porque en el momento en que eres joven que es cuando hay que echarle horas, echárselas, si me hubiera despistado con otras cosas no habría estado preparado para después…

El máximo tiempo que has estado practicando en un día ¿cuánto ha sido?

No mucho, no creas que soy un tío estudioso, ahora sí, cuando hay que hacer una cosa entonces es o él o yo, para esto soy muy terco, pero si no, puedo estar 10 días sin tocar el bajo. Volver de una gira y no tener un bolo en 15 días o un mes y no tocar el bajo…

No tienes esa sensación de “volver a empezar” cada vez…

No, no, no sé, no he sido nunca estudioso de coger un método y estudiar, ya te digo, nada de ejercicios de lectura, siempre ha sido que tengo que tocar esto: y a matarme, machacarme hasta que me salga.

Te lo comentaba porque Pau Casals decía que no pudo dejar de tocar el chelo ni un solo día de su vida

Ya, es que cada persona tiene su película, sus necesidades, sus cosas, en cambio a mí si que me ha venido bien dejarlo, ¡Ya te veré cuando tenga ganas!

PING PONG CON CARLES BENAVENT

Una comida: Callos, jajaja te he jodido no te esperabas esto…te has “quedao flipao” jaja.

Una ciudad: Barcelona.

Un bolo: Tokyo.

Un disco: El primero de Carles Benavent por lo que significó.

Una película: No sé que decirte…las olvido…estoy en la música y se me diluyen.

Un libro: No leo, lo confieso, antes comics, me da algo de vergüenza…

Acabamos la tarde viendo la colección de bajos de Carles, sus Gibson, Jerzy´s… escuchando las maquetas de sus próximos trabajos, para Chick Corea, para su hija que está grabando un disco y que canta muy bien por cierto… Volvimos a casa en silencio, recordando el placer de ver tan de cerca a Carles tocando sus bajos, su contrabajo, repasando su historia…un honor que sea nuestra primera portada.

José Manuel López /Ángel Jover.

 

 

 

 

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